Se calcula que más de 46.000 sin papeles de aproximadamente 29 países han sido repatriados durante el 2008.
El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba anuncio durante la presentación del “Balance de la lucha contra la inmigración ilegal”, el números de inmigrantes que llegaron hasta las costas canarias durante el año pasado: 26,4% menos que el número de sin papeles que ingresaron el año anterior. Aseguro: ”casi nadie entra en España sin que le veamos”
El descenso significativo de cayucos que arriban a Canarias se encuentra directamente relacionado con la caída del número de repatriaciones: de más de 55.000 en el 2007 a 46.426 en el 2008. De la cifra de repatriados, más de 17.000 fueron interceptados en puestos fronterizos, aeropuertos o puertos españoles.
En tanto en Ceuta y Melilla se han obtenido resultados parecidos, reduciendo la entrada de inmigrantes en un 22% con respecto al año anterior. La mejora del vallado perimetral como las actuaciones de las fuerzas de seguridad han contribuido con los resultados actuales.
El Ministro sostiene que este es el resultado de los convenios firmados por el gobierno español con los países de origen de los distintos inmigrantes que llegan a la península, como la cooperación internacional donde siete países europeos colaboran recíprocamente en la operación Frontex (Agencia Europea para la gestión de la cooperación en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea) con mayor vigilancia en el atlántico y el Mediterráneo; y El Sive (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior para la frontera sur de España) con estaciones de vigilancia en el Estrecho de Gibraltad.
En contrapartida el último censo revelo que en España conviven más de 945.000 inmigrantes en situación irregular, dato extraído de la cantidad (5.220.000) de inmigrantes actualmente empadronados contra los 4.270.000 inmigrantes que poseen tarjeta de residencia. Aunque el gobierno de Zapatero sostiene que los extranjeros en situación irregular no sobrepasan los 300.000.
"El emigrar es todo un martirio y el desplazarse es un desafío hasta con la
misma muerte. Es un sacrificio hacia la vida, y es nacer hacia una forma de
vida. El emigrar es una lucha por la dignidad y es un mérito hacia la libertad.
Es heroico y rebelde, y se enfrenta hasta con el propio derecho positivo que lo
condena, lo desampara, lo aísla, lo somete, y se lo impide. Es el camino hacia
nuevas conquistas. En principio es un drama cuando vive, y que al final, es un
mártir cuando muere. Es un camino no por aceptación sino por resignación:
“el todo o nada”. Es una acción que marcará al emigrante para toda la vida." Del libro Cómo viven los inmigrantes en España, autor Luigi Campos Chalco. (books.google.es/)