Luego de dos meses de travesía en el buque Marine I, verse a la deriva y abandonados por la tripulación rusa debido a una avería y 10 días en las costas de Mauritania en espera de un permiso de desembarco; los emigrantes tocaron tierra a última hora de la tarde de ayer.
Los inmigrantes fueron atendidos por los servicios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja; durante los reconocimientos médicos, algunos sufrían de diarrea, quemaduras, bronquitis o mareos, pero ninguno de los atendidos presentaba patologías de grave que fuera necesaria una interacción hospitalaria. Muchos sueñan con una ducha y cama para su descanso.
Sesenta policías participan en la tarea de identificación; tres aviones españoles se encuentran a la espera para proceder a la repartición de los inmigrantes a sus países de origen; en esta tarea colaboran personal diplomático procedentes de la India, Pakistán, Guinea Conakry. Los inmigrantes que no sean identificados serán trasladados a la península hasta que se logre su identificación.