Vamos a ocuparnos del gravísimo problema de los niños ilegales en los EE.UU., viajando al origen: una dura realidad que lleva los menores a emprender un tortuoso camino hacia este país.
¿Por qué ahora más que nunca?
En los últimos meses se ha vivido una de las épocas en que más niños han emigrado a Estados Unidos, según algunos por falsos rumores que las mafias que se ofrecen a llevarlos al otro lado de la frontera han hecho correr, en los cuales hablan de la facilidad de que estos obtengan la ciudadanía estadounidense, algo totalmente falso.
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No estamos hablando de menores que viajan con sus padres, no, estos menores viajan acompañados de desconocidos muchas veces. Y a su llegada a Estados Unidos, en el mejor y cada vez más difícil caso, no les esperan sus padres.
77.000 niños en 5 años
Sí, 77.000. Diariamente decenas de niños, 52.000 en lo que va de año, se aventuran a ese peligro del que nadie puede asegurar si llegarán a su destino, en este caso hablamos de Estados Unidos. Esta niñez proviene en su mayoría de Centro América y México. Es normal pensar que bajo ninguna circunstancia puede suceder esto, pero ahora mismo, mientras escribo esto, por lo menos un menor toma la decisión de partir de su hogar hacia un incierto destino.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para los Estados Unidos y el Caribe realizó un estudio a partir de entrevistas a menores migrantes de México, Honduras, Guatemala y El Salvador para examinar las razones por las cuales los niños están emigrando de los cuatro países hacia Estados Unidos; ¿lar razones? la delincuencia, la necesidad, la lejanía de los padres hacen a estos menores y muchas veces a los mismos padres a arriesgar la vida (de los menores) para optar por un futuro diferente al que el entorno de su ciudad les ofrece.
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¿Por qué correr este riesgo?
No faltan razones:
- La violencia intrafamiliar,
- la pobreza y el deseo de reencontrarse con su familia,
- y en la mayoría de los casos el acoso de las pandillas que intentan obligar a los menores a formar parte de estas bandas de delincuencia que cada vez son más organizadas, peligrosas y sanguinarias.
Pero para que todos nos hagamos una idea de la realidad que viven estos niños, estas historias que nos relatan ellos mismos serán más que suficientes, en las que como veréis, la mayoría coinciden:
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Pedro, Guatemala, 15 años: Las bandas nos exigían dinero a mi primo y a mí, pero no tenemos dinero para darles, así que ellos nos secuestraron por 3 horas. Mi primo pudo desatarse y me ayudó, cuando estábamos escapando oímos disparos pero corrimos y desde ese día no hemos podido regresar a nuestras casas, con esa gente no se juega, si regresamos nos matan.
Marlon, Honduras, 17 años: Mi abuela me convenció para irme de casa, la pandilla quería que me uniera a ellos, y mi abuela me dijo que tenía que salir de ahí, que si no me unía me iban a matar ellos, y que si aceptaba unirme me mataría la banda rival o la policía.
Marta, El Salvador, 14 años: Tengo 8 años de no estar con mis papás, solo quiero llegar y volver a tener una familia, esta es la tercera vez que lo intento y cada vez es más duro y más caro.
Después de escuchar a solamente 3 de los miles de pequeños que se juegan la vida con la esperanza de reencontrarse ya sea con sus padres o con un futuro mejor, nos preguntamos si vale la pena jugarse la vida en manos de bandas organizadas que ofrecen, muchas veces a precios inalcanzables para estas familias, la incierta afirmación de que sus hijos llegarán a su destino.
Las historias en los albergues de las cuidades fronterizas son terroríficas como mínimo, y las recientes medidas tomadas por el gobierno de México y EE. UU son cada vez más duras.
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La reacción en Estados Unidos
En algunas ciudades los vecinos se organizan para mostrar su rechazo a los niños inmigrantes, como el caso de la ciudad de Murrieta, California donde Alcalde y ciudadanos cortan el paso a autobuses que transportan niños indocumentados.
Por otra parte el gobernador de California, Jerry Brown, dijo que su estado está dispuesto a albergar a más niños emigrantes centroamericanos si es necesario, pero reiteró que Estados Unidos tiene que encontrar una solución a largo plazo a una crisis inmigratoria que abarca a México y Centroamérica. “Haré lo que pueda para asegurar que haga lo que le corresponde para albergar a cualquier niño pequeño que necesite protección”.
Mientras el portavoz de La Casa Blanca Josh Eastern, afirma que esta llegada masiva de niños sin acompañantes adultos a sus fronteras “es un problema en el que seguimos muy centrados porque ha sido una situación muy volátil y esos números alguna vez se han disparado sin mucho aviso” nosotros esperamos que esos números se vean como personas más que como estadísticas, y más que problemas se vean como un llamado de ayuda de quienes solo quiere optar por un futuro mejor. Y aún más importante, que los derechos de los niños sean iguales para todos, tanto aquí como en todos los conflictos en los que se ven involucrados.
Contacto conasociaciónque ayudan a losemigrantes 
;en su paso por países como Guatemala y México:
- Red Casas del MigranteUbicadas en Nuevo Laredo, Tijuana, Guatemala y Tecún Uman ofrecen albergue a los migrantes tanto en tránsito como deportados.