El comercio exterior es un camino hacia el crecimiento económico y el empleo

Foto Zara (Grupo Inditex – España) en Las Vegas

Tania Lorences, representante de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Filipinas nos explica hoy las oportunidades comerciales fuera de España y, sobre todo, las oportunidades de empleo que surgen a raíz del incremento de las exportaciones.

“Nadie duda que España esté atravesando una situación económica terrible, pero la crisis no debería servir de pretexto para que cualquiera pueda desprestigiar todo lo que venga de nuestro país. La mala imagen que se está dando de nosotros nos está haciendo papilla. La exportación es una de las herramientas más importantes para salir de la crisis, además de ser una fuente de empleo para aquellas personas que buscan trabajo tanto dentro como fuera de España”.

Hacia más de un billón de consumidores

A diferencia de la fuerte contracción en términos de actividad económica y consumismo que hemos padecido en Europa y otras potencias del “primer mundo”, en los llamados “países emergentes” ha ocurrido justo todo lo contrario. De hecho, durante los últimos cinco años algunos países del sudeste asiático, África subsahariana y Latinoamérica han crecido a un ritmo inimaginable para los europeos.

La oportunidad de abrir nuevos mercados en zonas donde hay gente que ni tan siquiera sabe lo que es la crisis, es demasiado tentadora para dejarla escapar y, cada vez son más las empresas españolas que se interesan por países fuera de las rutas comerciales más tradicionales.

Esta vez España está obligada a coger el tren

España, tradicionalmente ha exportado menos que sus vecinos europeos, según Tania, entre otras razones porque “El tejido empresarial español se compone fundamentalmente de Pymes que se centran en el mercado local. Además, históricamente España comenzó a exportar mucho más tarde que el resto de Europa, lo que nos hace salir con desventaja en la carrera de la internacionalización. Más recientemente, nuestras dificultades para aprender idiomas ha sido otro de los factores que ha provocado cierta pereza a la hora de abordar mercados extranjeros”.

“Las empresas españolas que sí han sido propensas a exportar, han tendido a exportar sus productos o servicios principalmente en Europa por motivos lógicos, como su cercanía y las facilidades aduaneras. No obstante, con la demanda estancada en la mayoría de los países europeos, hoy en día, muchas empresas ponen su punto de mira fuera de Europa, sobre todo en América Latina, por las similitudes culturales y lingüísticas y, cada vez más en Asia, ese lejano oriente con un crecimiento económico que es toda una golosina para las primeras potencias mundiales” – Explica Tania Lorences.

Si hablas ingles te valoran. Si eres ingeniero, ¡más todavía!

Desde la sede de la Delegación Española de Comercio Exterior en Manila, Tania ha visto la llegada de muchas empresas relacionadas con la construcción que, por falta de oportunidades en España, están prestando sus servicios en el sector de la construcción asiática y, necesitan encontrar el personal adecuado: “Si hablas inglés y eres ingeniero, muchas empresas con enfoque internacional pueden estar interesadas en ti. En muchos casos se valora que, además de desenvolverte en otros idiomas, puedas aportar conocimientos técnicos acordes con la especialización de su producto o servicio”.

No obstante, incluso si no eres ingeniero, existen oportunidades para aquellas personas que puedan demostrar conocimientos de idiomas y, si es posible, experiencia comercial en el extranjero. En el caso de la cultura asiática, Tania afirma que: “Es imprescindible haber vivido un tiempo en Asia para al menos intentar comprender los matices de esta forma de ser tan distinta a la nuestra”. A pesar de las diferencias entre oriente y occidente: “durante los últimos 12 meses han venido a Filipinas con el objetivo de abrir nuevos mercados empresas españolas de los sectores más diversos que te puedas imaginar, desde una empresa que fabrica gomas de borrar, pasando por otra que produce estatuillas de bronce, hasta una que exporta maquinaria para crear el efecto desgastado de la ropavaquera. Para interesarle a este tipo de empresas, lo primordial es que hables otro idioma, fundamentalmente inglés”.

Vendiendo una mejor imagen de España al Mundo

“Ingeniería alemana, diseño italiano, glamour francés, cultura british ¿y España?, ¿acaso no hacemos nada bien aparte de jugar al fútbol?”, reflexiona Tania. “Son muchas las empresas españolas que son líderes en sus respectivos sectores: Zara, Indra, Acciona… son solo algunos de los ejemplos de empresas que plantean una seria competencia a otras procedentes de las primeras potencias”.

“La falta de prestigio de los productos españoles nada tiene que ver con su calidad. Sirva de ejemplo los casos de aceite de oliva español envasado en Italia o con imagen italianizada para aprovechar el fuerte tirón de su marca país. A veces no necesitamos que vengan de fuera a echar por tierra nuestra marca país, ya nos encargamos nosotros solitos de hacerlo”.

A pesar de que la economía europea sigue estancada, la imagen de las empresas europeas sigue estando muy valorada y además, muchos productos con sello europeo siguen estando muy de moda entre los consumidores de estos países. Vivir un estilo de vida europeo o americano es el sueño de muchas personas de la clase media asiática, africana o sudamericana, lo que provoca una fuerte demanda de “auténticos” productos europeos. Productos de sectores como la moda, por ejemplo un vestido original diseñado en España, hasta los productos gastronómicos más insospechados, pueden triunfar en mercados extranjeros. “Por ejemplo, al no ser Filipinas un país productor de vino, algunas empresas han sido capaces de vender aquí vinos con categoría gourmet que en su país de origen son de la gama más baja”.

Para los más aventureros

Puede haber oportunidades interesantes para intermediarios (es decir, personas que viven en el extranjero y se dedican a promocionar o vender un producto o servicio en el mercado local). En este caso sería fundamental tener contactos, tanto en España, como muy especialmente en el país donde resides. No es suficiente llegar al país y decir: “mira, tengo este producto europeo de calidad ¿me lo compras? Puede ser una opción excelente para alguien con espíritu aventurero y emprendedor, además de tener un conocimiento en profundidad del país en cuestión y… ¡también paciencia! Es un error pretender obtener resultados para el día siguiente, en realidad esta actividad puede dar sus frutos a medio y largo plazo, especialmente en el caso de Asia, cuya cultura establece unos tempos muy definidos en su protocolo de negociación”.

Las oportunidades para los intermediarios es un tema que volveré a tocar en un siguiente blog.
Con una riquísima cultura y quizás la más variada gastronomía del mundo, yo, un británico, siempre me he preguntado el por qué no se venden más los productos españoles en el extranjero. Después de todo, si hasta el vino “peleón” puede triunfar fuera de España, ¡las oportunidades para los demás tienen que ser inmensas!

Autor:Thomas Graham

Enlaces relacionados con Trabajar en comercio exterior: