La declaración del IRPF es un ejemplo de la utilización de los impuestos con fines electorales.
Las personas físicas contribuyen al principio general de redistribución de riqueza en la economías modernas a través de una declaración anual en la que se cuantifican tanto los ingresos obtenidos como los gastos necesarios para una unidad familiar.
Desde hace décadas, se utiliza la legislación de los impuestos con fines electorales y con el objetivo de ayudar o fomentar determinados lobbies.
A continuación, vamos a analizar 5 aspectos fundamentales que deberían estar presente en la legislación tributaria de cualquier economía.
1. Simplicidad
El manual para la declaración de la renta en España tiene 1.004 páginas.
La infinita casuística y las innumerables e interesadas excepciones generan una declaración casi imposible de realizar sin exponerse a revisiones por parte de la Agencia Tributaria.
Debe existir una forma más sencilla de recaudar los impuestos sin someter a los ciudadanos a semejante fiscalización de su vida diaria, como tener que decir si son simpatizantes de la iglesia católica o si llevan a sus hijos a una guardería.
2. Independencia
La legislación tributaria debería ser consensuada por una amplia mayoría de los partidos políticos que representan a los ciudadanos y mantenida así en el tiempo.
Los continuos cambios legislativos y las “ventajas” hacia determinados segmentos empresariales son los principales factores que han originado multitud de excepciones y aumentado considerablemente la complejidad de la declaración anual de la renta.
Por ejemplo, existen numerosos productos de ahorro del sistema financiero que cuentan con un importante beneficio fiscal:
- Adquirir un vivienda con financiación bancaria frente a pagarla íntegramente.
- Productos de previsión social, como planes de pensiones, frente a otras inversiones como inmuebles para su arrendamiento o disfrute personal.
- Fondos de inversión.
3. Neutralidad
En la actualidad, las rentas derivadas del trabajo tributan con un tipo de gravamen progresivo que puede llegar hasta el 45%, mientras que las rentas del capital suelen tributar a un tipo único en torno al 20%.
De esta forma, se fomenta la especulación y las ganancias patrimoniales más que el trabajo y las actividades económicas desarrolladas por autónomos.
4. Realidad
Existen algunos conceptos de la declaración de la renta que no se ajustan a la realidad. Algunos ejemplos son:
- El mínimo personal y familiar con el que se supone que una familia puede vivir.
- El tipo de retención sobre ingresos al que están sujetos los autónomos en España. Lo normal es que el resultado de la declaración sea A Ingresar o A Devolver hasta un máximo de 2.000 euros, pero si sale a devolver 12.000 euros significa que la Agencia Tributaria te ha quitado 1.000 euros mensuales de liquidez.
5. Fraude fiscal
Es más fácil estar en la economía sumergida que cumplir con todas las obligaciones tributarias.
Esta afirmación es así de contundente… y de real. A las personas que quieren cumplir con sus obligaciones se les exprime desde la Administración Central, Autonómica y Municipal, mientras que existen infinitas formas de eludir el pago de impuestos que, desgraciadamente, son de conocimiento generalizado.
Que existan personas, empresas o empresarios que no cumplen con sus obligaciones tributarias es un terrible agravio que altera la competencia porque pueden abaratar sus costes de producción entre un 20% y un 40% y “hundir” los precios de forma continuada.
Resulta difícil establecer prioridades dentro de estos principios, pero sin lugar a dudas el fraude fiscal es lo que más perjudica a una sociedad a corto y largo plazo.
